Es un tipo de ensayo no destructivo que se utiliza para la detección de discontinuidades que están abiertas a la superficie tales como grietas, poros, rechupes, costuras, traslapes, laminaciones, fugas o faltas de fusión y son aplicables en la inspección de productos finales o mantenimientos.

ANTECEDENTES

A finales del siglo XIX este proceso se realizaba frotando polvo negro de carbón sobre cerámica esmaltada, asentándose éste en grietas superficiales revelándolas. Después surgió el método de “aceite y cal” para examinar piezas de hierro y acero donde un aceite pesado era diluido con queroseno en tanques para sumergir las piezas a analizar, se retiraba el exceso de aceite con limpieza cuidadosa, se recubría con una suspensión fina de cal en alcohol formando una capa superficial blanca. Una vez el alcohol se evaporaba, se golpeaban con un martillo, haciendo que el aceite residual en cualquier fisura superficial se filtrara y manchara el recubrimiento blanco.

PROCEDIMIENTO ACTUAL

Ahora, el procedimiento consiste en aplicar un líquido coloreado o fluorescente a la superficie en estudio, el cual penetra en cualquier discontinuidad que pudiera existir debido al fenómeno de capilaridad. Después de un determinado tiempo, se elimina el exceso de líquido y se aplica un revelador, el cual absorbe el líquido que ha penetrado en las discontinuidades y sobre la capa del revelador se delinea el contorno de éstas.

El método de prueba estándar para la examinación con líquidos penetrantes que se utiliza es el ASTM E165-02.

PASOS

1. Preparación y limpieza: Limpiar cuidadosamente la superficie a inspeccionar para eliminar pintura, aceite, grasa y otros contaminantes.


2. Aplicación del penetrante: Los penetrantes se aplican por inmersión, rociado, con un cepillo o brocha, vertiendo el líquido sobre la pieza de manera que cubra la zona que se inspecciona. Se deja actuar de 10 a 15 minutos.


3. Eliminación del exceso de penetrante: Es necesario eliminar y limpiar el exceso de penetrante de tal modo que no extraigamos el penetrante introducido en los defectos.


4. Aplicación del revelador: Se aplica una capa fina sobre la superficie a inspeccionar para revelar la posición del defecto. Es básicamente un producto en polvo de compuestos químicos blancos, inertes y con una granulometría tal que dispone de un gran poder de absorción. Se deja actuar de 10 a 15 minutos.