La estabilidad es la capacidad de que el buque vuelva a su posición de equilibrio, al quitar la fuerza externa que lo había apartado del mismo. Para acotar el ámbito de esta definición
se considera el buque parado y que el movimiento producido por la fuerza exterior sea pequeña.
Para que exista equilibrio se deben de dar las siguientes dos condiciones:
- Desplazamiento o carga debe ser igual al empuje.
- El centro de gravedad del buque y el centro de carena deben estar en la misma vertical.
Recordemos el principio de Arquímedes: Todo cuerpo sumergido total o parcialmente en un medio líquido recibe de éste una fuerza llamada (empuje), de abajo hacia arriba, igual al peso del
volumen de líquido desalojado.
Atendiendo a la definición dada de estabilidad, el equilibrio del buque puedes ser estable o no estable. Es decir, o el buque tiene la capacidad de recuperar la posición inicial de
equilibrio y por tanto será estable. De lo contrario, si no tiene esta capacidad entonces será no estable. Dentro del equilibrio no estable tienen cabida las típicas denominaciones de
equilibrio indiferente e inestable.
El equilibrio de un cuerpo puede ser de tres clases:
- Estable: al ser apartado el cuerpo ligeramente de su posición de equilibrio tiende a volver a él;
- Inestable: al ser apartado el cuerpo ligeramente de su posición de equilibrio, tiende a seguir apartándose;
- Indiferente: al ser apartado el cuerpo ligeramente de su posición de equilibrio, permanece en equilibrio en la nueva posición.
En definitiva, el equilibrio del buque puede estudiarse con sólo analizar la posición relativa de dos puntos independientes entre sí; M (metacentro transversal) y G (centro de
gravedad).
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